Choque cultural inverso | Capítulo 9: "Pensamiento lateral"

Sumado al pilar fundamental que es el apoyo del entorno social, algo que me ha ayudado, y mucho, a sobrellevar y adaptarme a los cambios vitales producidos por la migración es algo que hace poco descubrí que se denomina "pensamiento lateral"

Pensamiento lateral es un término acuñado por el psicólogo Edward de Bono por primera vez en su libro "The use of lateral thinking" publicado en 1967, en el que describe esta forma de pensar como una manera de solucionar problemas de forma creativa. Se aleja del pensamiento lógico en tanto en cuanto los caminos que sigue no son los habituales, más tradicionales y rígidos, tomando desvíos que permiten transitar caminos alternativos que te llevan. 

Según esta teoría, la aplicación del pensamiento lateral a la vida cotidiana, así como la técnica de alumbrar los problemas desde distintos puntos de vista, permitiría encontrar diferentes, nuevas e ingeniosas respuestas para problemas ya conocidos. El pensamiento lateral puede ser un disparador del cambio. (Fuente: Wikipedia)

Imagen de Free-Photos en Pixabay 

Puede sonar algo redundante y extraño que algo que dispara un cambio ayude a adaptarse a otros cambios, pero no lo es. Para mí el quid de la cuestión está en las palabras ingenio y creatividad. ¿O acaso no hay que hacer acopio de ingenio para sortear los impactos del choque cultural? ¿No hay una sola  situación en la que hayas conseguido salir airosa gracias a tu creatividad? Piénsalo bien, seguro que sí. "La lógica" no es solo una, de hecho, según la octava acepción de la RAE es "el modo de pensar y de actuar sensato, de sentido común". ¿No es esto algo que en muchos casos está supeditado a la cultura de cada lugar? Lo que es lógico o de sentido común en un país puede no serlo en otro. 

Ahora dale la vuelta. Te acostumbraste a seguir una lógica estando fuera, te adaptaste a lo que dictaba el sentido común del país de acogida y sí, sabes a lo que voy: al volver hay cosas de tu cultura que te parecen una insensatez. ¡Pum! Toca darle a la creatividad de nuevo para buscar alternativas que te permitan aterrizar sin muchos trompazos, a reintegrarte de la forma menos dolorosa y reacomodar tu identidad transnacional.   

La multiplicidad de aspectos que conlleva la elaboración del duelo migratorio da lugar a profundos cambios en la personalidad del inmigrante. Hasta tal punto que modifican su propia identidad. Es decir, para bien o para mal, la migración cambia al sujeto. Si va bien, favorecerá que surja una persona madura, «de mundo». Si va mal, desestructurará al sujeto a nivel psicosocial y psicológico. Fuente: El duelo por la lengua en el síndrome de Ulises. Joseba Achitegui.

Al gran cambio que es emigrar, con sus aspectos positivos y beneficios y sus problemas y tensiones, le sobrevienen otros cambios sucesivos a muchos niveles. La constante es, pues, el cambio y no hay una única forma de resolver los problemas y las tensiones que conlleva. Lo determinante para nuestro bienestar es que vaya bien. Hay maneras tradicionales de hacerlo, a veces impuestas (o autoimpuestas), (y algunas de dudosa eficacia). Y luego hay maneras más ingeniosas. Todo con la voluntad de llegar, independientemente del camino, al punto de aceptar la ambivalencia, lo positivo y lo negativo que supone ese gran cambio y de reconciliarse una con el entorno.  

A poco que empiezas a quitar capas de cebolla, vas viendo la profundidad de la raíz de esos sentimientos y emociones que nacen en nuestro tránsito de un país a otro, de una cultura a otra. Un proceso en el que, como dije al principio, el sostén social es fundamental, en parte para soportar la sensación de vulnerabilidad y, en muchos casos, para sobrevivir a la hostilidad del entorno. Creo que el modo de resolver ese problema dependerá mucho del ángulo desde el que lo analicemos y lo enfrentemos y aquí es donde en mi experiencia personal me ha ayudado mucho el pensamiento lateral. 

En el medio del espectro, allá donde curiosamente no llegan los medios (esos tan fans de darle solo cabida a los casos de éxito), están los fracasos de a pie y también los pequeños éxitos diarios. Estamos esas personas que, con un nivel de vulnerabilidad relativamente sostenible y en un entorno que aunque nos mire con recelo no rechaza frontalmente, le echamos imaginación para vivir dignamente entre los dos mundos, culturas, lenguas y todo lo que forme ya parte de nuestras vidas. 

También están esas personas que, superadas emocionalmente por el contexto, miran con otros ojos su realidad y usan su energía creativa para acabar contando una historia que la trascienda, como Fran Guijarro y su documental "Stories behind the fog"

Hace poco me contaron la historia del salmón, un animal perseverante que nace en agua dulce y vive en el mar, que se acuerda del sitio donde nació, lugar al que vuelve, nadando río arriba y a contracorriente, para desovar. Cambiar de país, cambiar de cultura, volver a las raíces,... migrar, en definitiva, es un reto que desafía nuestra comodidad, que rompe nuestras rutinas, que nos pide mirar con otros ojos el contexto e ir a contracorriente, si es necesario, e idear otras soluciones posibles. Lo importante es no olvidar que todo puede ser inspirador y enriquecedor, pero sobre todo que es un material impagable para nuestro crecimiento personal. 


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