Choque cultural inverso | Capítulo 2: "He vuelto... ¿Y mi homenaje?"
A ver. No. No es que esperara un despliegue monumental (ni minimal ) con alfombra roja, pancartas con corazones, vítores y aplausos. Pero llegar y darte cuenta de que hay un ritmo al que debes adaptarte y ni de lejos esperar que en algún momento sea al contrario, tiene su punto de crudeza. Vuelves, causas mayor o menor revuelo, pero ya has vuelto. Ya te quedas. ¡Ya nos veremos! - escuchas decir. Cuando hacía unos meses te habían dicho "cuando estés aquí, cuando tengamos tiempo...". ¿Qué tal ahora? Sin homenaje, va, solo un café... Vuelves. Allí dejaste a la familia de acogida, las amistades que hicieron de tu vida en el extranjero una experiencia mucho más reconfortante y plena. También dejaste a mucha gente preguntándote, en cuanto se enteraban de que te ibas, si podían alquilar tu piso. Aquí tienes que buscar nuevo piso, trabajo, forjarte una nueva vida, restablecer la red y avisar de que has vuelto... para quedarte. Pero todo va a un ritmo que perdiste cuando emigra...